Consejo de Administración (Cuerpo Gobernante)
TORRE DEL VIGIA
SOCIEDAD DE BIBLIAS Y TRATADOS
25 Columbia Heights de Brooklyn, Nueva York 11201-2483
Colectivamente e individualmente para
Samuel Herd, David Splane, Anthony Morris,
Jeoff Jackson, Gerrit Losch, Guy Pearce,
Stephen Lett, y Mark Sanderson
Queridos hermanos,
Hace un tiempo, publicamos un artículo titulado “Defender nuestra esperanza viva”, en la que se relata las experiencias de los hermanos en la congregación de Reno Nevada, quienes en 2013 fueron visitados por cuatro hermanos con el encargo de investigar el elevado número de participantes en el Memorial en esa congregación.
A estas alturas, es posible que hayan recibido el informe de sus representantes, y estén decidiendo cómo proceder. Un vistazo al artículo podría resultar esclarecedor. Usted puede encontrar un enlace al artículo en la página de actualización de nuestro sitio: www.AnointedJW.org .
No hemos publicado el artículo para avergonzarlos, sino para despertar sus facultades perceptivas.
Esperamos que vean el paralelo de sus acciones con el Sanedrín de Jerusalén, el Consejo de Administración de los Judíos en el primer siglo, que persiguió sin piedad a los hermanos de Cristo, y que cosechó terribles consecuencias. La historia indica que todo el Sanedrín, sus partidarios y su templo fueron destruidos por la avanzada de un ejército que no tuvo piedad de ellos. Si ustedes insisten en imitar el Sanedrín, también deberán afrontar el mismo resultado. Todos cosecharán lo que han sembrado, porque de nuestro Dios no se pueden burlar.
Si este es el futuro que les espera, entonces debe quedar claro que fueron ustedes quienes tiraron la primera piedra. Ustedes juzgan a sus hermanos injustamente. Ustedes acusan falsamente a sus hermanos. Agreden a sus propios hermanos. Ustedes pisotean la sangre de Cristo, afirmando que ellos son sus hermanos, pero demuestran ser falsos a su poder.
Ustedes les cierran la puerta en la cara y la sellan para que nadie sea capaz de entrar en el reino de los cielos, ni siquiera a ustedes mismos. Y sin duda hay muchas otras "tradiciones" orales y escritas con las que enredan y cargan a sus hermanos que no consiguen eliminar.
Si ustedes no logran ver que todos sus hermanos de todas las congregaciones son hijos de Dios y herederos del reino de los cielos, los cuales merecen honor y respeto, son entonces ustedes, los hombres más dignos de lástima.
Jesús dijo: "Con la medida que miden se les medirá" (Mateo 7:2) Si ustedes continúan dando señales de rechazo hacia sus hermanos y rechazando las enseñanzas claras y abiertas de Cristo, serán acerca de usted quien los comerciantes gritarán "¡Es una lástima, una lástima, la gran ciudad!"
Pero no es demasiado tarde para escapar de ese resultado. Al igual que en el caso de Nínive, también pueden arrepentirse y volverse para hacer el bien "al menor de los hermanos de Cristo." Pueden alejarse de sus esfuerzos para silenciar a los hijos de Dios, alinearse al mensaje y verdadera buena noticia que Jesús enseñó y no de acuerdo con las supuestas presunciones de las interpretaciones proféticas de sus predecesores.
Tenemos la esperanza de que al poner al descubierto su error, voluntaria y rápidamente opten por autocorregirse y mostrarse dignos del Dios a quien ustedes profesan adorar, a Aquel cuyo nombre tienen estampadas en sus paredes. Las "ovejas" están a la espera de usted al borde del precipicio. ¿A dónde las van a conducir?
Sus hermanos y embajadores en nombre de Cristo
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